Normalmente la escuela suele ser la primera en llamar nuestra atención sobre los hijos, ya sea por problemas en los estudios o en la relación con los compañeros. O quizá notamos que algún acontecimiento en casa ha cambiado su actitud, como la llegada de un hermanito o un divorcio.
En Psicología entendemos que muchos problemas que los niños o adolescentes presentan tienen que ver con dificultades de orden emocional.
Abordar los problemas a tiempo evita la complejización posterior y fortalece el vínculo entre padres e hijos.